miércoles, 3 de abril de 2013



Rías Baixas Bike Race 
Etapa 3

Esta última etapa era la más dura de las tres, había que hacer 57 km y cubrir un desnivel de más de 2000 metros.
Evidentemente después de dos días seguidos de competición, ya estábamos algo cansados, pero sabiendo que era la última etapa, las ganas podían más que las fuerzas.
Al llegar a Gondomar nos informan que nos quitan diez kilómetros, porque con tanta lluvia una de las zonas por donde debíamos pasar estaba en muy mal estado, y la verdad que a mi personalmente me alegraron el día.

Como todos los días a las diez de la mañana se daba la salida neutralizada, esta vez tan solo un kilómetro. Desde que salimos empezamos subiendo por carretera, las piernas no responden y empiezo a sufrir demasiado, decido dejar que Melo se valla hacia delante solo, y rezar para que las piernas empiecen a responder lo antes posible. Al final me doy cuenta que todos vamos mas o menos igual. Al entrar en la pista empiezo a coger a gente y a recortar algo de terreno a Melo, hasta que a base de sufrimiento consigo enlazar con él.


Esta vez las subidas son mas continuadas que en las etapas anteriores, lo que a mi me beneficia, ponemos un ritmo muy cómodo y “pa´lante”. Vamos continuamente hablando de la experiencia entre nosotros y con parte de los participantes, además somos espectadores privilegiados de la disputa entre las primeras féminas que iban luchando por la general.
Mas o menos en el kilómetro veinte está el avituallamiento, una bajadita y a por otra subida, aquí volvemos a tener los típicos y apestosos sube y baja de todos los días, así que nada a sufrir un poco mas y seguir haciendo kilómetros. Una vez terminado este tramo de subida cogemos a un pelotón y le pasamos con cierta facilidad, pero al empezar la bajada Melo pincha y nos vuelven a adelantar, reparamos y seguimos el descenso un poco desbocados y disfrutando de lo lindo.
Poco tiempo después empezamos la última subida, esta si que se hizo larga y desesperante, teníamos tramos largos de pendiente continua y mas sube y baja, parecía que no acababa nunca, cuando creiamos que ya estábamos arriba, girábamos y otra rampa y así hasta el kilómetro cuarenta donde un chico nos dice, “cinco kilómetros a meta, todo bajada”, por fin dios mio, jajajajajajajajaja. Cogemos la bajada con mas ganas que nunca, al poco de empezar el descenso noto que tengo la rueda de delante muy baja, pero no quería parar, asi que bajo un poco el ritmo, aviso a Melo y en poco tiempo cruzamos la meta. Objetivo cumplido, un apretón de manos y a pensar en descansar.



Al final Melo consiguió hacer 3º en su categoría, Diego el 40º y yo el 31º. Una gran experiencia y una prueba muy recomendable, aunque la organización tiene que pulir algunos detalles.


                                         Un saludo de parte de los tres y hasta la próxima.

Muchisimas gracias a Fernando Arciniega, por mantenernos informados de sus andanzas en tierras gallegas y enhorabuena a los tres.

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