CARTA AL DIRECTOR DEL "DIARIO MONTAÑES"

Nuestro amigo y colaborador Eduardo Gonzalez, ha mandado esta carta al director del  "DIARIO MONTAÑES", creo que es la opinión general, de todos los que nos gusta disfrutar de la bici y del monte.

Creemos que los ciclistas seremos de las personas mas respetuosas con el medio ambiente, mucho mas que otros colectivos. Gracias Eduardo por luchar por todos nosotros. Esta es su carta:

Estimado Señor director, en relación con  la modificación de la Ley de Cantabria 4/2006 de Conservación de la Naturaleza,  le expongo:

El artículo 87.d.

Hace unas semanas cayó sobre los chubasqueros de los cicloturistas  de montaña cantabros un nuevo chaparrón, y este no llegó del cielo sino a través de red social: “ El artículo 87.d, tipifica como infracción leve la circulación de todo tipo de vehículos, con o sin motor, en los Espacios Naturales Protegidos y Montes de Utilidad Pública campo a través, por sendas o caminos peatonales, por cortafuegos o cauces fluviales, así como el estacionamiento o aparcamiento de dichos vehículos en esas zonas.” Decía el mensaje del presidente del club MTB Cabezón de la Sal.

Cuando lo leí, no podía salir de mi asombro  ¡nos equiparan a un vehiculo a motor!, ¿será por el enorme  ruido de nuestros motores?, ¿o por los gases contaminantes que emitimos a la atmósfera?,  ¿o tal vez por las enormes roderas que formamos al subir “a todo gas”?, ¿o por nuestras enormes ruedas?,… ¿o tal vez se habrán quejado las tudancas ?.

En Espacios Naturales Protegidos, quizás toda protección sea poca, y se necesiten regulaciones más estrictas para la conservación de la flora y la fauna autóctona.  Pero en Montes de Utilidad Pública, es decir, en cualquier monte; que por el mero hecho de circular en bicicleta de montaña fuera de la pista por una Braña de la Sierra del Escudo,  de Silla-Oso, del Cerezo; (por referir ejemplos de mi zona) para disfrutar de las merecidas vistas y la tranquilidad que trasmite el entorno natural, te  sancionen con un importe mínimo de 500 euros, me parece totalmente desproporcionado e injusto, en relación con  el daño o impacto ambiental que pueda causar la circulación de  una bicicleta  por estos lugares.