jueves, 7 de febrero de 2013

"MI TITAN DESERT" CAPITULO-3



  ¿Cuál es la dinámica del campamento?

Hay que pensar que el campamento, con todo lo que hemos descrito, se mueve cada día más de cien kilómetros, mientras estamos en carrera. Vamos, que como los de adelante aprieten un poco, cogen a la organización poniendo palos y telas.
La dinámica de vida en el campamento es, más o menos, la que sigue:
El toque de diana es a las seis de la mañana. A partir de ahí, paso rápido por baños, desayuno salvaje, preparación del equipo, carga de agua en zona de control – obligatorio tres litros -, último retoque de rímel y cierre de bolsa – que hay que depositar cada mañana en el camión de traslado –, de ahí al control de chip, y posicionamiento en la línea de salida, que se da a las 8 de la mañana. Conviene estar en el cajón de salida a eso de menos cuarto, porque si no lo haces así te va a tocar salir muy atrás, y como nos ha demostrado la experiencia el salir todo lo adelante posible es muy, pero que muy importante.
Las llegadas al nuevo campamento vienen a ser a partir de las 12, más o menos, y hasta que Dios quiera, dependiendo de tu ritmo y de que tengas averías o te pierdas. Ducha, comida, masaje – si tienes contratado, o lo quieres pagar allí mismo - descanso, cachondeo con los amigos hasta media tarde, que es cuando cae por fin el sol abrasador y se puede salir del tejadillo a hacer algo.
Después, sobre las siete, atención a las bicis – si no tienes contratado el mantenimiento –, un briefing o exposición de la organización del desarrollo y resumen de la carrera del día en curso y detalles de la del día siguiente. Esto incluye recogida y entrega de roadbooks, corrección de los waypoints para la orientación por GPS, comentarios sobre características de la futura carrera, recomendaciones de seguridad y demás cuestiones lógicas. Lo último de esta reunión es el vídeo grabado y montado ese mismo día, que se recibe con verdadera alegría y jolgorio, y donde todo el mundo intenta verse reflejado.
Detrás de esto viene la cena, si no la has hecho antes, y ya posteriormente las últimas oraciones, dolores varios, y a la arenosa cama, que al día siguiente tienen que caer otros ciento y pico kilómetros.


 ¿Por qué me presenté y en qué categoría?

Bien, los americanos tienen para estos casos el “yes, we can”, y nosotros, en cambio, tenemos el “no hay cojones”. Esa fue la razón que desencadenó el que me apuntase a la Titan, como el que se apuntaba a la Legión Extrangera. Aunque, lógicamente, ya había oído hablar de ella, y me llamaba poderosamente la atención.
Me decía a mí mismo: chaval, seis días por el desierto, exótico lugar dónde los haya, con un montón de jabalíes en bici, en plan burrico, y a todo trapo, definitivamente eso me va.
Pues un día cualquiera de noviembre me llama un compañero de trabajo, Rafa, y me dice: ¿has visto que han puesto una nueva categoría en la Titan?... ¿qué no?, pues es la Corporate, y tienen que ser tres corredores de la misma empresa… ¿a que no hay cojones?... Santo Dios, la perdición del español de casta… esa frase debería de estar prohibida.
Y así, sin comerlo ni beberlo, me vi metido en la aventura de presentarme a la Titan en la categoría Corporate, que tiene la singularidad de ser equipos conformados por tres personas, que deben acreditar una antigüedad en la empresa de más de 1 año, y que deben correr juntos en todo momento. De tal forma que en los pasos de control y en la llegada a meta no puede haber más de dos minutos entre el primer y el último integrante del equipo. Esto, que parece una tontería, es una cuestión capital, porque el equipo va de rápido como vaya el peor de sus integrantes.
Además, en nuestro caso, hay que tener en cuenta que uno era Rafa, de Asturies, y aficionado a carretera, otro era Diego, de Madrid, y aficionado al descenso, y el tercero era yo, de Cantabria, aficionado a todo, y que habíamos entrenado juntos no más de tres días antes de bajar.
El primer día de carrera fue necesario desarrollar una labor de tanteo de ritmos, y compenetrar pulsaciones, porque cada uno manejaba un rango distinto. La verdad es que a lo largo de los seis días fuimos de menos a más y terminamos ganando nuestra categoría, con una posición en la general, si no recuerdo mal, del 170 al 172. Teniendo en cuenta que llegamos justos de forma y de coordinación, y lo feos que somos, considero que no estuvo nada mal.
El miercoles otra entrega : Cómo fueron las horas previas a la prueba?
 

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